11 marzo 2023

Generosidad; el gran dilema...

 

Imagen de Peter H en Pixabay

   Cuando la generosidad es un dilema...

   Podemos definir "dilema" como un problema que tiene dos soluciones posibles pero ninguna de ellas es completamente satisfactoria o ambas son igualmente aceptables.

  Cuando quieres compartir tu conocimiento pero no sabes si hacerlo merecerá la pena. Eso podría ser un ejemplo de un dilema práctico, ya que tienes que elegir entre dos opciones que tienen pros y contras. Por un lado, compartir tu conocimiento puede ser beneficioso para ti y para los demás, ya que puedes aprender de sus opiniones y aportar valor a la conversación. Por otro lado, compartir tu conocimiento puede ser arriesgado o inútil, ya que puedes encontrarte con críticas negativas o con personas que no aprecian lo que dices o haces. 

  Nuestros antepasados fueron generosos con sus descendientes inmediatos, estos con los siguientes, y así, hasta llegar a nosotros, a pesar de todo el esfuerzo no contemplaron la posibilidad o no tuvieron la precaución o el interés, quizá tampoco el tiempo libre, para dejar constancia de su identidad, sus vivencias, alegrías y penas de una forma acumulativa para que ninguna de las generaciones siguientes tuvieran la más mínima duda de quiénes somos y de dónde venimos.

   Este vacío de información, sumado a mi curiosidad innata, han sido el motor que siempre me ha llevado a querer saber quién soy y de donde vengo. Después de muchos años de inquietud e investigación, de muchas horas de lectura, traducciones y transcripciones, he llegado a un considerable nivel de conocimiento global y en algunos casos individual, sobre el origen, identidad, vida y muerte de muchos de mis antepasados, y aquí llega el dilema...

  ... ¿compartir o no compartir?, he aquí la cuestión...

   Después de reflexionar sobre el dilema, he decidido compartir porque como alguien dijo una vez, "...y es que no somos lo que tenemos, somos lo que damos..."

   Habrá quien agradezca mi trabajo porque le resulte curioso, a otros menos curiosos, quizá, pase desapercibido, no importa, he decidido dar lo que tengo porque me hubiera encantado tener, además de a mi querida abuela Fortunata, quién tanto me contó y tanto aportó, un tío abuelo, una tía, un padre o un hermano que hubieran puesto en mis manos toda la información de la que hoy dispongo. Es un trabajo, en primer lugar, para saciar mi curiosidad y en segundo, para mis hijos porque como suelo decir, "los reyes y nobles no pueden ser los únicos que escriban su historia" y menos hoy en día con la ayuda de las nuevas tecnologías y del gran avance de los últimos tiempos que considero a internet.
   Así pues, pongo a disposición de familiares y no familiares, conocidos y desconocidos, interesados o desinteresados, toda la información genealógica, de mis ancestros, que he sido capaz de acumular en estos últimos años. Para que los curiosos sacien su curiosidad, los temerosos encuentren sosiego, los olvidadizos no tengan que recordar, los inventores no inventen y, de paso, si soy capaz de despertar en alguno de mis lectores, interesados o no, el gusanillo de la investigación genealógica, me sentiré orgulloso de ello.

   Con cariño, para todos...

   Agustín Castro. 


   

   

    


3 comentarios:

  1. No sabes lo mucho que me alegra esa decisión, Agustín. Asomaré las narices en tus entradas, aunque con discreción y respeto que mereces. Un abrazo.

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  2. Aunque no sé quién eres, muchas gracias por tu comentario, intentaré hacerlo crecer.

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    1. Soy Miguel, tu viejo compi y amigo. Ya tu sabes, que dirían allende los mares.

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